El fomento de la microempresa en Chile es un importante catalizador para el desarrollo social, económico y la generación de empleos. Así lo afirmó Mario Ossandón Cañas, gerente general del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec), organismo estatal encargado del fortalecimiento de los emprendedores económicos y de su entorno.

La misma opinión tiene Iván Vuskovic, presidente de la Confederación Nacional Unida de la Micro, Pequeña y Mediana Industria, Artesanado y Servicios (Conupia), organización privada encargada de la promoción de políticas y leyes para el fomento de las micro y pequeñas empresas (Mipymes) y la representación de ellas ante organismos gremiales, gubernamentales e internacionales.

Sin embargo, ambos también coinciden en que aún resta mucho por hacer para mejorar la calidad del empleo, incentivar el emprendimiento y abrir los mercados a la micro empresa, que es una de las principales demandas del sector.

En la publicación " La Situación de la Micro y Mediana Empresa en Chile" (Diciembre 2005), el gobierno de Chile sostiene que el trabajo realizado por las micro y pequeñas empresas es una significativa contribución al empleo y al crecimiento económico del país.

De acuerdo a las cifras de ese informe, la micro y pequeña empresa (Pyme) es un sector en el cual más de tres millones de personas obtienen sus ingresos y para su fomento se han dictado leyes para favorecer su constitución, formalización y desarrollo. Son, por lo tanto, un generador significativo de empleo y un medio para avanzar hacia una mejor calidad de vida.

En este contexto, Mario Ossandón, explicó que el principal desafío para Sercotec es ser parte de la política pública de democratización de la economía, tomando en cuenta lo afirmado por la Presidenta Michelle Bachelet, que definió a la micro y pequeña empresa como un sector que merece un tratamiento especial en términos de atención pública.

Ossandón recordó que las Mipymes representan el 97 por ciento de las empresas en Chile, o sea, el más alto porcentaje del país, y que sin embargo como contrapartida, tiene baja participación de ventas. “A la micro y pequeña empresa no sólo hay que dirigirle un conjunto de instrumentos, sino que hay que situarla en el contexto de lo que representa para la sociedad: el 70 por ciento de los hogares de Chile obtiene su sustento de este sector. Entonces, de la calidad de los salarios, del trabajo, de la tecnología y de la innovación que genera este segmento dependen las condiciones de vida de una gran cantidad de ciudadanos”, sostuvo el ejecutivo.

Por su parte, Iván Vuskovic insistió en que el aporte al desarrollo económico y social de Chile es invalorable porque permite que se redistribuya la riqueza. “Las Pyme generan muchos más empleos que los mega proyectos empresariales”, destacó.

DIFICULTADES DE MICROEMPRESARIOS

Vuskovic explicó varias de las dificultades que tienen los emprendedores para desarrollar sus microempresas, como el acceso a los mercados y al financiamiento. A su juicio, son dificultades vinculadas al funcionamiento del modelo económico que impera en Chile, que favorece a las empresas más grandes.

“La microempresa cada vez tiene mayores dificultades para participar en el mercado, que está monopolizado. Y esto impide que los empresarios chicos participen. O sea, los grandes se han metido en el negocio de los chicos”, dijo el dirigente.

En cuanto a la capacitación, Vuskovic fue crítico. “Nuestra gente no se capacita. Quien utiliza principalmente esta franquicia es la gran empresa. La micro empresa no tiene acceso a la capacitación porque tiene que financiarla por sus propios medios y le resulta muy caro”, expresó.

El dirigente de la Conupia recalcó además que cuando un microempresario se ve en dificultades no hay ningún camino expedito para seguir funcionando. Por esa razón, afirmó, empresarios pequeños pero establecidos, emigran hacia la informalidad; “sale más económico”.

“Es más barato eso que seguir luchando con el sistema, porque simplemente no puedes. Si quieres ser legal, primero chocas con una barrera burocrática tremenda y luego una frondosa legislación dificulta la posibilidad de hacer las cosas legalmente”, aseveró.

DISTRIBUCION EQUITATIVA DE RIQUEZAS

El gerente de Sercotec coincidió con Iván Vuskovic al reconocer que la participación en las ventas de las pequeñas empresas no sigue la misma tendencia de las más grandes. Esa es una cuestión que es necesario revertir para que puedan permanecer en el tiempo, se afiancen y consigan prosperar.

“Es necesario que las iniciativas públicas que vayan en esta dirección sean elaboradas con la participación activa de los propios empresarios y sus organizaciones gremiales. Asimismo, se deben estimular la asociatividad y los encadenamientos productivos”, dijo.

Para Ossandón, la importancia social y económica del sector no sólo radica en su contribución al empleo. Invertir en su desarrollo implica también apostar por la descentralización territorial, ya que a su juicio está demostrado que las pequeñas empresas se distribuyen en los países de manera consistente a como lo hace el conjunto de la población. “En definitiva, invertir en su desarrollo significa -ni más ni menos- avanzar hacia una mejor distribución de los ingresos”, agregó.

Finalmente, Vuskovic recalcó que no habrá cambios ni mejoras mientras no se solucionen problemas estructurales, como el acceso y la participación de los microempresarios. “Los problemas comienzan en un hecho concreto: los microempresarios no están vendiendo. Si no se resuelve ese problema no se resuelve ninguno. La ley tiene que ser una cosa sistémica y abordada desde muchos puntos de vista”, afirmó.

Publicada originalmente el 8 de noviembre de 2006