En Primer Coloquio realizado en Tomé, convocado por Cet Sur y Fundación Re-Comiendo Chile.
Una profunda reflexión y discusión acerca del desarrollo y revitalización de las identidades locales, el patrimonio cultural local y la soberanía alimentaria se llevó a cabo en Tomé en el “Primer Coloquio sobre Biodiversidad e Identidad Culinaria”, desarrollado ayer martes en la Central de Punta de Parra de la Corporación Cet Sur, ubicada en el camino que une Tomé con Concepción.
La iniciativa, convocada por Cet Sur y Fundación Re-Comiendo Chile, reunió a organizaciones, redes campesinas y representantes de entidades gubernamentales, quienes participaron de las experiencias de la Fundación Slowfood y la de Cet Sur en la revalorización del patrimonio regional, apoyado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y el Fondo Global del Medio Ambiente.
Además, una delegación de productoras campesinas de la Toscana, Italia, compartieron su experiencia, lo que desembocó en una conversación y debate de aprendizajes y compromisos entre los asistentes.
La coordinadora del programa Cet Sur, Rita Moya, destacó que este primer encuentro ayudó a intercambiar experiencias que permitieron que las organizaciones sociales compartieran una reflexión con el mundo técnico gubernamental.
EXPERIENCIA EUROPEA
Francesca Farina, una de las extranjeras de la delegación italiana, mostró la experiencia que llevan a cabo con una especie avícola que estaba en vías de extinción y que hoy es un “baluarte” o alimento protegido y certificado, gracias a un programa amplio de conservación y calidad apoyado por Slowfood.
La productora italiana realzó el encuentro porque permitió entablar relaciones con las criadoras chilenas de la gallina de los huevos azules.
“Ellas nos contaron su experiencia y mutuamente nos conocimos e intercambiamos información. Nos dimos cuenta que las problemáticas de los campesinos de lugares tan alejados son las mismas”, dijo.
A su juicio, “se puede ganar dinero con productos no industrializados, con comida saludable y con sentido cultural. Los campesinos deben organizarse para proteger su producción y su identidad”, agregó.
AGROECOLOGIA EN QUIRIHUE
Por su parte, Ximena Salas, presidenta de la Unión Comunal de Huertos Orgánicos de Quirihue y directora del grupo de Agroecología Las Orquídeas del predio San Antonio, que se dedica a la producción de la gallina de los huevos azules, destacó que los objetivos del evento se cumplieron.
“Mi idea es que este huevo sea nacional, y la experiencia de las amigas de Italia me demostró que se puede tener un producto en pequeñas cantidades pero con un alto valor nutritivo y que rescata culturalmente lo indígena y lo campesino a nivel nacional”, señaló la dirigente.
HUEVOS AZULES
El representante para Chile de Asuntos Internacionales de la Fundación Slowfood, Francisco Klimscha, quien presentó ante la audiencia el rol que cumple su entidad en Chile y en el mundo, explicó la importancia del encuentro y la experiencia de la gallina de los huevos azules.
“Nosotros como fundación proclamamos la importancia de rescatar productos alimenticios en vías de extinción y productos con un gran valor socio cultural. Estamos en 122 países realizando esta labor de difusión e investigación de ellos. Pensamos que a través de la comida, que es una necesidad básica de los pueblos, puedes hacer y rescatar cultura”, agregó.
“Esta es zona de producción de huevos azules y pocas personas las conocen. Eso no puede ser y este tipo de coloquios nos permite a través de la difusión y la protección que más gente conozca estos productos y a la vez se sientan orgullosos que tienen cosas especiales”, señaló el profesional.
Finalmente, el director ejecutivo de la Fundación Re - Comiendo Chile, Alejandro Montero, expresó su satisfacción por haber compartido con otros movimientos que privilegian el mismo tipo de iniciativa de su institución, que busca “valorizar y revalorizar la cocina chilena asociada a los saberes que se han desarrollado desde nuestros ancestros, privilegiando el intercambio de conocimiento”.
“Fue interesante discutir con los representantes del Estado e involucrarnos para ver cómo podemos construir este tipo de iniciativas. Y la experiencia de Italia y Slowfood nos permite ver cómo difundir este tipo de procesos”, recalcó.
Publicada el miércoles 25 de enero de 2006
